En el dominio de nuestras condiciones, tanto personal,
social y profesional, algunas veces, hemos tenidos experiencias buenas, todo perfecto, sin ningún
error, siempre apareciendo ideas y palabras acertadas; en algún momento, hasta salimos héroes de la situación, como
también, caemos en un estado contrario;
una mala racha, acciones que empezaron a
salir mal, o todas las puertas se empezaran a cerrar. Pensamos, que no hay arreglo, y no es así, hubo errores que no lo vimos, el cual, no teníamos el control.
Cuando pasan estos elementos, a veces nos preguntamos porque
tenemos resultados desastrosos y en otros fabulosos.
Todo está presente en nuestro estado
neurofisiológico, hay momentos, que presentamos
estados que potencian, como la confianza, el amor, la seguridad interior, la
alegría, el éxtasis, y la más relevante la fe. Liberando fuentes inagotables de
poder en la persona. Un ejemplo cuando todo está en sintonía esta, esté ejemplo.
En otras oportunidades nos encontramos paralizados todo, de
momento, no sale como esperamos, nos detenemos generando confusión, depresión, miedo, angustia,
tristeza, frustración. Totalmente
impotente, mucha confusión, todo esto,
es como un ciclo una son buenas y otras malas. En nuestro alrededor encontramos
personas que reaccionan de manera rabiosa o bufido, es que no sabemos que les
paso, están en un estado, que les privan de sus recursos.
Lo importante es comprender nuestro estado, poder cambiar y
llegar a la excelencia. Es por eso, que nuestras conductas, en diferentes
momentos, son siempre, los resultados de
nuestro estado en que nos encontramos.
Cambiar nuestro estado implica modificar las
representaciones internas y también modificar la fisiología. Todo esta el modo
en que uno se representa al mundo, y por tanto, cómo lo experimenta.
Es de recalcar, que nuestro comportamiento, es el resultado
del estado en que nos hallamos. La clave para obtener los resultados que uno
desea, consiste en representarse las cosas de manera que uno, se situé en un
estado de plenitud, los resultados estarán en proporción con el esfuerzo.
Importante, cuando nos representamos a nosotros mismo; que las cosas no van a
salir bien, pues no saldrán bien. Si al contrario, nos formamos la
representación de irán a pedir de boca, todo muy bien, entonces creamos los
recursos internos que necesitamos para producir el estado que, a su vez, nos
capacita para obtener resultados positivos. Siempre hay que MAXIMIZAR; Como
también, es preciso acudir al método de modelado.
Buscando un modelo de vida.
Una de la constante de la vida, es que los resultados, se
están produciendo continuamente. Si no es usted quien decide conscientemente
qué resultado quiere obtener y no se representa las cosas en consonancia, será
entonces algún agente externo (una conversación, un espectáculo, cualquier
cosa) lo que condicionará sus estados, y dará lugar, a comportamientos que
quizá no le convengan.
Si no siembra las semillas mentales y fisiológicas que deseas cosechar, automáticamente, todo se
llenará de malas hierbas, el medio que nos rodea, puede producirse al azar, y algunos serán indeseables. Es
preciso permanecer atentos, día tras día, como guardianes antes las puertas de
nuestro cerebro, para saber cómo nos representamos habitualmente las cosas a nosotros mismo. Cultivemos
diariamente nuestro jardín. Al enfocarnos continuamente en cosas malas de la
vida, se pone a sí mismo en un estado, que fomenta esa clase de comportamiento
y resultados. Es necesario infundir entusiasmo a todos los que conviven en el
entorno familiar y social
Otras fuentes de interés:
Tomado del libro: Poder sin límites de Anthony Robbins